Análisis: Banners of Ruin

construccion de mazos

Me llamo DeGrey y soy una comadreja. Mi fiel compañero es Wynsmead. No es otra comadreja, sino un ratón. Esto no entiende de especies. Constituimos el grupo inicial que va a intentar infiltrarse en la Casa Ender. Una vez dentro, tenemos pensado liberar la ciudad de Dawn’s Point. La represión y las malas practicas están aplastando poco a poco a los habitantes. La gran urbe que antaño fue, ya queda lejana en el tiempo.

Iré al grano. Escribo esto antes de enfrentarnos a uno de los lugartenientes que coordinan a los enemigos en la ciudad. Mi viejo compañero, otro nuevo que ha querido unirse a la causa en la taberna por un módico precio y yo sabemos que no hemos sido los únicos en intentar esta empresa. Huesos a montones se sitúan a los lados de la puerta…

La casa a la que defendemos es Blackfoot. «Por cada hermano caído con la antorcha de la esperanza, nacerá otro que lo relevará. Sin ceder hasta recuperar lo que es nuestro». Bonita carta escribió la rata ésa que antes intentó arañarnos. Los guardias liebre, junto a al oso que hace las veces de comandante, esperan impacientes. Esto es Banners of Ruin.

 

BANNERS OF RUIN, UNA SÓLIDA PROPUESTA

Todos conocemos juegos como Yu-Gi-Oh!, de Konami, o Hearthstone, de Blizzard. Miles de fans son los que tienen estos dos títulos como referentes del género de construcción de mazos. Sin embargo, existen alternativas muy sólidas, capaces de acercarse a este cúmulo de fans.

Es posible atraerlos sin perder de vista la esencia clásica de la construcción de mazos, pero con toques de rol y combates por turnos. Es la fórmula que nos pone encima de la mesa Banners of Ruin.

Banners of Ruin Inicio

Esta novedad ya se encuentra disponible en PC, mediante Steam, GOG y Epic Games Store. También en Nintendo Switch. Estas plataformas son idóneas para lo que proponen desde MonteBearo, como desarrolladores, y Goblinz Publishing y Maple Whispering Limited, como editores.

Hace muy poco que ha salido del acceso anticipado en el que ha ido tomando forma, gracias al intenso trabajo de su estudio y a las contribuciones de la comunidad de jugadores. Como si de arcilla se tratase, ha ido creciendo hasta ser lo que hoy en día es.

Recurre a una combinación entre fantasía y animales, capaces de blandir armas de todo tipo, ya sean arcos, escudos, dagas o mazas enormes. Estos cimientos se juntan con la mezcla de géneros y con la narración de una historia del juego, mientras combatimos y elegimos cartas.

 

LA TOMA DE DECISIONES

La historia que nos cuenta Banners of Ruin es dura. Nosotros mismos seremos los culpables de fracasar una y otra vez. Con el objetivo de derrocar al clan en el poder, Casa Ender, el esfuerzo no tardará en aparecer.

Una vez conseguido, habrán valido la pena los muchos intentos por recorrer el camino que nos presenta el mazo de juego. No sólo existe nuestro propio mazo de habilidades y armas, con el cual daremos órdenes a nuestros luchadores para acabar con los enemigos. Aparece el mazo de historia, cambiante. Por tanto, aunque parecidos, los intentos resultarán diferentes.

A veces, la toma de decisiones nos llevará por caminos complicados. Sólo hay dos opciones: no salir o conseguir refuerzo de cara a próximos combates. Por suerte, no todo consiste en ganar o perder al vernos las caras con los enemigos.

Banners of Ruin decisiones

Las diferentes cartas del mazo de historia invitarán a poner a prueba la suerte. Elegiremos entre recuperar a un compañero o conseguir uno nuevo, sin curar al otro. Añadir nuevas y poderosas cartas a nuestro mazo suele ser muy común.

La toma de decisiones no sólo se encuentra en esto. Cuando los personajes suban de nivel, también tendremos que escoger entre una habilidad u otra y qué carta especial, llamada de talento, añadiremos a nuestro mazo de juego. Esta carta sólo puede ser jugada con el personaje que la introduzca. Es decir, si un ratón añade una carta al subir de nivel que le otorga la habilidad en combate de atacar tres veces, únicamente este ratón podrá ejecutar dicha carta/habilidad. Lo importante es no desfallecer en cada intento.

 

LA MUERTE, UNA CONSTANTE REALIDAD

Como acabamos de ver, lo realmente importante en la aventura es no rendirse. Conviene ser sinceros. Moriremos muchas veces. Llegaremos lejos en el mazo de historia, acabando incluso con jefes que nos saldrán al encuentro, y aun así podremos morir por una decisión mal tomada en el momento o que arrastremos de atrás.

Es importante saber que podremos juntar hasta seis personajes, combatiendo en nuestro bando. Por suerte o por desgracia, al principio resulta muy difícil llegar a los cuatro integrantes. En los inicios, recurriremos siempre al ratón y al oso, los personajes iniciales.

Después, y a medida que vayamos subiendo de nivel, se desbloquearán otros como la comadreja, la liebre, el lobo o el castor. Son diferentes en habilidades. Puesto que todos ellos serán capaces de utilizar cartas en común, es de vital importancia saber elegir cuáles formarán parte del mazo. Un error bastante frecuente es sobrecargarlo y hacer que no funcione como es debido.

Banners of Ruin combate

Con la victoria siempre en el punto de mira, se hará necesario luchar contra el ansia de añadir más y más cartas. La expresión de «más vale la calidad que la cantidad» es la que nos puede hacer llegar a la meta. Además de todo esto, tendremos que jugar con el rico y fabuloso planteamiento de dos líneas.

Al combatir, contaremos con la línea de delante y la de atrás. Si vamos cambiando y moviendo a los personajes, evitaremos golpes. Es un factor clave a la hora de sobrevivir, sobre todo al principio.

Algo que nos dará ventaja son las armaduras. Ofrecerán lo que su propio nombre indica: protección. Las necesitaremos para defendernos de los golpes enemigos, capaces de tocar nuestra vida. Existen varias habilidades que otorgan las diferentes armaduras.

Además, algunas son acumulativas. Así, en cada turno sumaremos ventaja. Este valor se complementa con el veneno, la rabia, el sangrado, el cansancio o el bloqueo. Contamos con una gran cantidad de factores, a utilizar en beneficio propio si sabemos exprimirlos al máximo.

 

BANNERS OR RUIN: CONCLUSIONES

No hemos parado de decir que en Banners of Ruin fallaremos muchísimas veces para alcanzar la victoria. Y es verdad. Cada intento nos hará dominar más y más el juego, convirtiéndose en uno de los puntos más adictivos. Es el responsable de que nos enganche durante tardes enteras.

También obtendremos experiencia y desbloquearemos niveles desde el inicio de los diferentes personajes. Contra más usemos a un personaje, mayor nivel conseguirá. Se traducirá, por lógica, en un incremento en las posibilidades de avanzar. Resulta muy gratificante descubrir como, al añadir nuevos personajes al equipo, cada partida es diferente. La comadreja no es, ni de cerca, un ratón.

Contamos con la posibilidad de crear un equipo de la misma raza para todos los miembros. Sin ir más lejos, hay cartas que castigan o apoyan esta decisión, que tomaremos o descartaremos, guiándonos por lo que queramos construir.

El mejor punto de Banners of Ruin es, sin duda, su aporte a los juegos de construcción de mazos. Se ganará su lugar de honor, entre los grandes. Seguro que su 80% de reseñas positivas en Steam no es casualidad…

El otro turno más típico de los 4X, como Civilization, se añade a esta propuesta, traduciéndose en otra partida más. La guardas porque has llegado lejos y tienes vida. Vuelves a cargarla después de saludar al mundo una o dos horas (realmente han sido 10 minutos, pero es que la vida sin este nuevo vicio se hace larga).

Las cartas resultan fáciles de entender y de comprender. Los combos y las combinaciones entre unas y otras son intuitivos, además de muy variados. No vamos a poder emplear la misma estrategia en cada encuentro, ya que las cartas a añadir al mazo son distintas en cada reto. Eso sin contar con las cartas del mazo de historia, que también cambia.

No necesitaremos ser unos expertos en el género, gracias a esa interfaz y reglas tan intuitivas. Por tanto, servirá para introducir a novatos, sin olvidarse de los habituales, quienes harán gala de las mejores estrategias, adquiridas mediante la experiencia.

Como punto negativo, nos encontramos con los problemas cuando somos un poco «malos» jugando. Puede resultar repetitivo empezar una y otra vez. Tampoco habría estado de más una mayor variedad de cartas en el mazo de historia, redondeando esta gran propuesta. Los combates que no son contra jefes, con una duración de más de media hora, pueden resultar tediosos, con sus acumulaciones y refuerzos.

 

 

Banners of Ruin

Análisis realizado en su versión de PC.