Un juego de mesa es apto para la piscina si cumple con una serie de requisitos. Debe tener un tamaño que facilite su transporte y un despliegue no muy grande. Es decir, que la caja nos quepa en la mochila y que haya espacio sobre la toalla para los componentes. Si hay muchas cartas sin supervisión, el viento podría provocar una desgracia.
Por otro lado, si cuenta con unas reglas sencillas y aptas para todos (incluso para personas que nunca se han acercado a un juego), mejor. Y si admite un número de participantes más o menos grande, también. ¡Nunca se sabe quién puede unirse a la partida! A ser posible, nos decantaremos por juegos económicos. De ésos que podemos volver a comprar, tras un accidente que acabe con cartas perdidas o dañadas, sin vender un riñón.
Las distracciones al aire libre son muchas. Que si un mosquito por aquí. Que si el camarero con las jarras por allá. Un juego con mecánicas intuitivas y partidas rápidas será más eficiente que uno enrevesado. Ya habrá tiempo de disfrutar de los más complicados en el interior.
A partir de aquí, la elección queda bajo criterio del jugador. ¿Vamos a jugar en la orilla de la playa o con niños aficionados a las pistolas de agua corriendo alrededor de la toalla? ¡A por unas cartas resistentes al agua! ¿Van a participar los peques? Busquemos uno acorde a su edad. En este reportaje, hemos seleccionado 13 nuevos títulos aptos para las tardes de verano al aire libre.
13 JUEGOS DE MESA PARA LA PISCINA
Mosquito. 3 a 6 jugadores. 15 minutos. + 8 años.
El 19 de junio, este juego de cartas será una realidad, de la mano de Rocket Lemon Games. Creado por Nando, e ilustrado por Diego Vaisberg, la temática no podía encajar mejor. Los odiosos mosquitos revolotean por todas partes y hay que ser los más veloces en atraparles.
El turno consiste en revelar la primera carta de nuestra pila para aplicar el posible efecto del mosquito. Como si estuviésemos aplastando mosquitos con la palma de la mano, tocaremos el que tenga el valor más alto o la carta del centro. Incluso podremos robar la pila de un oponente.
Debemos tener en cuenta que la carta de repelente impide ganar. Quien cuente con ella, no participará en el recuento, independientemente de las cartas conseguidas. Gana la persona que haya acumulado el mayor número de cartas.
Dobble Animal Crossing. 2 a 8 jugadores. 15 minutos. + 4 años.
Asmodee acaba de lanzar esta nueva versión de Dobble, uno de sus juegos para piscina. Si el año pasado le tocó el turno a Super Mario, éste le llega a Animal Crossing, otra de las sagas nintenderas por excelencia.
Las reglas son las mismas. Competimos en cinco modalidades. La misión es dar con el elemento que coincide entre dos cartas antes que los rivales, ya sea para acumularlas o para deshacernos de ellas. Entran en juego la rapidez mental, la observación, la capacidad de reacción y la concentración.
Regresa al formato lata para facilitar el transporte de sus 55 cartas. En cada una, aparecen ocho símbolos. Encontramos la famosa hoja, la bolsita de bayas, la pala y deliciosas frutas. Están presentes sus personajes más populares. Canela, Tom Nook, Totakeke, Marina, Coni, Estela y Sócrates, entre otros muchos, no faltan a la cita.
Pera Limonera. 2 a 8 jugadores. 15 minutos. + 7 años.
72 cartas y una caja de pera personalizable, a través de sus pegatinas, dan forma a esta novedad de Mercurio. Se presenta como un juego educativo de rapidez mental. Nos propone deshacernos de las cartas antes que los demás. También tienen forma de pera, por supuesto.
Necesitaremos que coincidan el color, el objeto o el número de nuestra carta con la que está visible en la pila de descartes. Eso sí, no podremos repetir el elemento que acaba de coincidir. Con una coincidencia total (cartas idénticas), agarramos la pera del centro. La propia caja se utiliza como tentetieso durante la partida para marcar la duración de la ronda. Los turnos son simultáneos.
Pirate King! 2 a 5 jugadores. 15 minutos. + 9 años.
El juego más reciente de Boquerón Games nos lleva a derrotar a monstruos legendarios y a hacernos con los tesoros más valiosos. Todo ello siguiendo unas reglas sencillas.
Creado e ilustrado por Frankie Bu, fusiona construcción de mazos y gestión del riesgo, mecánicas que se adornan con las mayorías y el set collection. Partimos de unos mazos idénticos en cuanto a habilidades. En función de cuánto estemos dispuestos a arriesgar, haremos que crezca de una forma o de otra.
¿Iremos a por los monstruos y tesoros que más coronas aportan, a pesar de lo peligroso que resulta incluirlos en el mazo? La persona con más coronas al terminar la séptima ronda reclama la victoria.
¡Traidores a Bordo! 3 a 8 jugadores. 20 minutos. + 10 años.
Más piratas entre los juegos de mesa para la piscina. La primera novedad del año de Magicbox Games ha sido este juego de roles ocultos. ¿Quién ha dicho que no hay sitio para este género entre los juegos para disfrutar al aire libre?
Al principio de la partida, se nos asigna un rol: pirata o amotinado. Lo mantendremos en secreto. Los primeros intentan llenar el cofre de tesoros; los segundos, sabotearlo. De hecho, los piratas vencen al alcanzar el número de tesoros acordes al número de jugadores o al echar a todos los amotinados por la borda. Los amotinados ganan si la tripulación no recoge los tesoros que debería o al arrojar a suficientes piratas.
El turno consiste en realizar una acción, a escoger entre dos. Podremos enviar una carta de botín, bocabajo, al cofre. Anunciaremos su valor, teniendo en cuenta que podemos mentir. La segunda opción consiste en descartar una carta de acción para aplicar su efecto. Es una creación de Jean-Xia Chou. A cargo de las ilustraciones está Laura Bazzoni.
Match! 2 a 6 jugadores. 20 minutos. + 8 años.
El que es uno de los Devir Pocket más recientes lleva la firma de Thomas Weber. Nos lleva a descartar cartas, haciendo coincidir el número o el color con la del centro de la mesa. Hasta aquí nada nuevo. La cosa cambia con el objetivo.
Lo importante no son las cartas que descartamos, sino aquéllas que conseguimos guardar en la colección. Sólo podremos guardar las que no encajen con los descartes y, de hecho, podremos perderlas a lo largo de la ronda. Ésta termina cuando alguien se quede sin cartas en la mano.
Al añadir carta a la colección, terminamos el turno robando una nueva para la mano, alejándonos del final de ronda. Las cartas que conservemos en la mano restan puntos en el recuento. Si nadie ha alcanzado los 50 puntos, jugamos una nueva ronda.
AVíO. 2 a 6 jugadores. 30 minutos. + 10 años.
Hace unos meses, Zacatrus y Megacorpin Games unieron fuerzas para lanzar un juego de bazas ambientado en la Alta Edad Media. Rodrigo Gonzalo, como autor, y Samuel Gonzalo y Laura Medina, como ilustradores, apuestan por unas reglas sencillas envueltas en una peculiar estética.
Como ocurre en los otros juegos de bazas, es importante contar con una buena mano. Sin embargo, será aún más esencial cumplir con el objetivo que nos marque la carta que conservemos en la mano. En cada ronda, determinamos el palo y repartimos las cartas. A continuación, jugaremos ocho bazas.
La ronda finaliza con la puntuación. La carta que no hayamos jugado será la que marque el objetivo a cumplir. Por ejemplo, haber ganado un determinado número de bazas o no contar con un determinado palo en ellas. Sumamos un punto por cada baza ganada. Si al finalizar una ronda, alguien supera los 30 puntos, la partida termina. Reclama la victoria el jugador con la mayor puntuación.
Odin. 2 a 6 jugadores. 15 minutos. + 7 años.
El juego más pequeño de la lista es una realidad en castellano de la mano de ToysLine. Tiene temática vikinga para adornar unas cartas alargadas. Concretamente, 54. El turno consiste en jugar una o más cartas de la mano o en pasar.
Para bajar cartas, el valor debe ser mayor que las que ya estén en mesa. Jugaremos el mismo número de cartas o una más. Al jugar varias, deberán coincidir en número o en color. A continuación, nos llevamos una del centro (de las que no hayamos jugado).
El objetivo es quedarnos sin cartas en la mano y tener la menor cantidad de puntos al terminar la partida. Es una creación de Gary Kim, Hope S. Hwang y Yohan Goh. Las ilustraciones corresponden a Crocotame. Fue el ganador del As d’Or 2025.
Taco Gato Cabra Queso Pizza Waterproof! 3 a 8 jugadores. 10 minutos. + 7 años.
Lúdilo nos trae una versión resistente al agua de uno de sus juegos de mesa para piscina por excelencia. En el interior de la caja encontramos 64 cartas plastificadas y una bolsa microperforada. Con ella, transportaremos el juego a la playa, al río y a la piscina sin riesgo de rotura de caja.
Comparte reglas con Taco Gato Cabra Queso Pizza, de la misma editorial. Cambian, por tanto, el material y el diseño de las cartas. Con ello, los animales y los alimentos que lo protagonizan presentan motivos veraniegos. Vemos a un gorila con un helado, a una marmota en bañador, a una cabra con una pelota de playa, a un narval con una tabla de surf y a un gato con sombrero y gafas de sol. También, un taco con un flotador y un queso con aletas y gafas de bucear.
Durante su turno, cada uno levanta la primera carta de su pila para decir la palabra correspondiente. Habrá que respetar el orden de taco, gato, cabra, queso y pizza. Cada vez que la carta y la palabra coincidan, todos pondrán la mano en el centro. El último se queda con todas las cartas del montón. Las cartas especiales se traducen en gestos. Volvemos a estar ante una creación de Dave Campbell.
Monster Flip. 2 a 5 jugadores. 15 minutos. + 4 años.
Aunque BrainPicnic lo estrenó el pasado año, es en este 2025 cuando lucirá por primera vez en las piscinas. Creado por Chia-Hui Su y Chih-Fan Chen, consta de 28 cartas resistentes al agua. Pueden mojarse sin problemas.
Es una combinación entre memoria y escondite. Tiene como protagonistas a unos escurridizos monstruos, dispuestos a hacer de las suyas. Se empeñan en aparecer cuando menos lo esperamos. Para atrapar a uno, giraremos dos cartas. Si encontramos al mismo, es nuestro. Gana el jugador con más estrellas, conseguidas al capturar monstruos y al comer caramelos. Es una reinvención del clásico memory al incluir monstruos por las dos caras.
Manzanas Manazas. 3 a 10 jugadores. 10 minutos. + 6 años.
Bajo un peculiar formato, que imita una manzana, Falomir nos propone conseguir las mejores manzanas y, así, acumular puntos. De hecho, el primero en conseguir tres manzanas reclama la victoria.
Al grito de manzanas, miramos en secreto una de nuestras dos cartas. Lo gritaremos de nuevo para pasar una de nuestras cartas al de la izquierda. Con un nuevo grito, decidimos cuál de las cartas revelamos. Es un juego de turnos simultáneos, por lo que no hay esperas entre turnos.
Comparamos cartas. La persona que haya mostrado la manzana más jugosa obtiene una ficha. La manzana azul se traduce en un inesperado robo. Con la podrida, perdemos una de nuestras fichas. Es una creación de Sergio Herrera.
Burning Galletitas. 3 a 6 jugadores. 15 minutos. + 8 años.
Las galletas se están quemando, y no precisamente por el calor. Este filler de Buscalume, creado por Pablo Jiménez y Helena Lobo, e ilustrado por María Eiriz, también recurre a unas reglas sencillas.
Nos convertimos en participantes de un concurso internacional de repostería. Se busca la mejor receta de galletas caseras de todo el mundo. Fácil. La has practicado cientos de veces. Sin embargo, nunca con personas que boicotean los ingredientes secretos o que suben la temperatura del horno en un momento de despiste.
Sólo puede ganar uno y será quien tenga menos galletitas quemadas al terminar la partida. Finaliza cuando alguien acumule un total de ocho galletas quemadas. El trato es que ese jugador invite a los demás a merendar. En el turno, podremos jugar una carta bocarriba, superponer una carta, bajar una bocabajo o descubrir una carta, tirando de la deducción. El engaño y el riesgo dominan la experiencia.
NIJI. 2 a 6 jugadores. 15 minutos. + 6 años.
El título con el que concluimos la lista de juegos para la piscina es obra de Fernando Olid, Pablo Jiménez, Helena Lobo y Pedro David Magro. De las ilustraciones se encarga Miguel Ángel Galán. Se compone de 84 cartas de juego y de una ficha de NIJI.
Su nombre significa arcoíris en japonés. Cada color representa distintos aspectos de su vida y naturaleza. Haciendo honor al significado, crearemos arcoíris. La intuición resulta fundamental. La necesitaremos para saber qué colores jugarán los rivales y, así, llevarnos cartas y lograr las mejores combinaciones y la mayor cantidad de puntos. Si repetimos color en la colección, perdemos todas las cartas de ese mismo color.
Cuenta con reglas muy intuitivas, a las que se suma una variante para «volverlo más puñetero», en palabras de Mercurio, su editorial. El objetivo, con su simpático diseño, es llenar de color las mesas. Contribuyen sus dibujos con estética kawaii y las alusiones a la cultura japonesa. Incluye cartas brillantes.